El mundo no me ve como yo me veo. Soy una mujer no un objeto. Nunca pude entender por que la gente nos considera diferentes si somos iguales. Siempre me pregunto el por que somos maltratadas, discriminadas e incluso matadas. Somos personas que merecen derechos humanos, esa es la lucha que no mantiene vivas. Hola, esta es nuestra realidad.
Hoy, no escribo para informar, escribo para hacer escuchar la voz de las mujeres que están calladas por miedo.
Hay mujeres que se encuentran en zona de guerra y, aunque no las veas, son las guerreras que mantienen vivo el espíritu de la esperanza. La guerra rompe países y familias, sin embargo, las mujeres muestran su liderazgo y valentía con cada día que pasan cuidando a los suyos y siendo ejemplo de fuerza. Hay veces que no vemos el heroísmo, pero aquellas mujeres nos enseñan que el heroísmo viene de las acciones que hacemos y no cuantos permios ganamos. Estas guerreras, a pesar de ser fuertes y optimistas, viven un terror por delante. Cada día es un día lleno de esperanza, angustia e incertidumbre, lleno de riesgos y peligros. Ningún individuo se merece es tipo de vida.
Hay mujeres que viven sin libertad ni justicia. ¿Qué es un mundo sin libertad? El mundo donde muchas mujeres se encuentran. Es increíble cree que los derechos más básicos se nos han prohibido a nosotras. Vivimos en el silencio, escondidas en las sombras, con miedo. Las mujeres luchan cada día por su justicia, pero son ¿A caso eso es vida? Yo no creo.
Para las mujeres no existen la seguridad. Nunca. Al salir, en el supermercado, en la calle, en la escuela, en las tiendas, en todo. ¿Cómo podemos sentirnos seguras cuando el mundo nos ha enseñado a vivir en la inseguridad? Dia a día corremos peligros y riesgos.
Hay mujeres que no tienen una voz en el gobierno. A lo largo de los tiempos, las mujeres han probado que son capaces de ser buenas legisladoras, delegadas e incluso presidentas. Con tantas mujeres que han dejado una gran marca, ¿por qué aun no podemos ser escuchadas en el gobierno? Contamos con todas las habilidades y talentos para poder dirigir un país.
Esta es un pedazo de nuestra realidad. Mi mensaje para todas las mujeres es que nunca dejen de creer en si mismas, se ustedes misma y jamás dejen de hablar. Unamos nuestras voces para hacer de este mundo un lugar mejor y uno más equitativo.