Alguna vez escuché decir que los jóvenes son el futuro de la patria, pues se equivocan, porque nosotros representamos el presente y el futuro que nos aguarda.
Futuro al cual le tenemos miedo, nos aterra porque no sabemos lo que se acerca, si vamos a lograr lo que queremos lograr o si vamos a fallar en el intento. De todas formas, seguimos soñando incansablemente por aquello que anhelamos, buscando un mundo mejor para todos.
Es por ello que es de vital importancia alzar nuestras voces ante los obstáculos que la sociedad actual nos impone, ya que varias veces nos consideran débiles, ingenuos… Cuando en realidad, nuestro potencial yace más allá de nuestras propias expectativas.
Pero también existen problemas dentro de nosotros, que cada día nos hieren más: depresión, ansiedad, inseguridad…
Quiero concluir diciendo que unidos somos muy fuertes, lo suficientemente capaces para construir un futuro mejor, pero primero tenemos que sanarnos a nosotros mismos para sanar a los demás, y al planeta Tierra consigo.
