ADIÓS, 2023, HOLA 2024
Escribo esto a dos días de terminar el año, y puedo decir que agrego 363 días más a lo que llevo de vida, así como 363 lecciones más para poner en mi libro de los aprendizajes. Este año pasaron tantas cosas que me enseñaron lecciones que no tenía aún y otras que me ayudaron a reforzar lo que tenía como una creencia y me hicieron ponerlo en práctica.
Sé sin duda que para muchos este 2023 fue tan difícil, tan cargado y agotador que dijimos que dejábamos atrás todos los propósitos y tan solo nos aferramos a sobrevivir. Sin duda lloramos cantidades inimaginables hasta quedarnos dormidos, sentimos que no había salida y que todo pesaba un poco más que el día anterior, sentimos que la vida en sí era una existencia tan triste y grisácea. En lo personal fui de esas.
Por supuesto que fui de esas, y aquí les va la lista que seguro ustedes también deben tener. Este 2023 perdí un curso, retiré otro, dejé atrás una amistad que me hacía daño, sufrí un ataque de ansiedad, tuve insomnio, me enojé por todo lo que creí injusto, me asusté por un accidente y ponche una llanta manejando yo sola. Así les puedo mencionar más de todas las cosas malas que pasé este año y que seguro ustedes también pasaron.
No obstante, así como tengo esa lista de las cosas malas que me pasaron este 2023, también tengo esa lista de las cosas buenas y creo que todos deberíamos crearla, porque estamos tan acostumbrados a solo ver lo malo que olvidamos que también en este año hubo cosas buenas. Este año fui al cine a ver muchas películas que me hicieron llorar y reír, que me hicieron olvidarme de la realidad que me rodea, este año fui a ver conciertos al cine de mi banda favorita, compre sus álbumes solistas y me emocioné por abrirlos. Comencé a conducir sola sin supervisión y aunque ponche una llanta afronté el problema y lo solucioné haciéndome esto sentir más adulta e independiente.
Este año enfrenté un miedo en terapia porque aunque tenga 21 años y sea adulta, el serlo no me exime de no tener miedos. También salí con mis amigos por mi cumpleaños y marqué el límite con una amiga, conocí otras personas con las que me siento más escuchada y cuidada. Me abracé a mí misma, así como comencé a abrazar a los demás por el simple hecho de querer hacerlo.
Me di tiempo para leer los libros que quisiera, sin prisas o presiones, solo para disfrutarlos. Comencé series que me llamaron la atención y vi otras que me hicieron entender más la vida y la salud mental. Comencé a escuchar música en cualquier momento y tomarle foto a todo lo que me gustaba y me di cuenta de eso. Me di cuenta de que era más feliz haciendo lo que en realidad me gustaba y me hacía bien, me sentí bien porque hay cosas buenas en este mundo.
La vida en sí es una existencia triste y dolorosa, pero tiene también sus momentos brillantes. Este año pudo haber sido triste y caótico para muchos, pero sin duda tuvimos a su lado instantes que nos hicieron reír, que nos llenaron de felicidad y sobre todo nos demostraron que con las personas correctas hasta en los lugares más oscuros se cuelan destellos de luz.
Puede que el 2024 traiga consigo caídas que nos harán sentir que de nuevo es un año de mala suerte, pero estoy segura de que traerá consigo momentos buenos, que nos hagan recordar que no debemos olvidar que nuestra salud mental importa, que nosotros somos nuestra máxima responsabilidad en este mundo. Nos hará recordar que debemos seguir luchando por los derechos que son inalienables, luchar por la educación, que nos llevara a luchar por un país mejor, por una vida más digna y sobre todo por un mundo mejor.
Porque hoy nos despedimos del 2023 y saludamos al 2024, con nuevas metas, nuevos comienzos para cambiar lo que no pudimos en un pasado. Con nuevas luchas, nuevas oportunidades y nuevas formas de mejorar muchos ámbitos. Yo, deseo que este 2024 brille, que hablemos más de nuestros miedos, que nos prioricemos y que abramos nuestros horizontes para dejar de ignorar los problemas de nuestra sociedad.
Deseo que todo mejore este 2024, y si no, os prometo que llegará el día en que lo haga. Mientras tanto, estamos aquí y no nos rindamos. Sigamos aquí por los de hoy y por aquellos que viene, pero sobre todo, POR NOSOTROS MISMOS.
Por eso, si quieren pueden escribir una carta para ustedes del 2023 y en esa misma hablarse a ustedes en el 2024, me gustaría realmente leer cada una y que esta sea una forma de comunicarnos entre nosotros. Aquí abajo les dejo un ejemplo de la mía.
Querida Melany,
Es 1 de enero del 2024 y quiero despedir a la Melany del año 2023, pero sobre todo más allá de decirle adiós, le quiero dar las gracias. Quiero darte las gracias por ayudarme a terminar un año más, por no soltarme y por enseñarme tantas cosas de mí que a pesar de tener 21 años aún sigo descubriéndome y eso es porque tú me lo permites. Sé sin duda que este año que terminó te debo tanto. Te debo un perdón, un abrazo y un te felicito. Te pido disculpas porque sé que te hice daño durante muchos meses con mis malas costumbres, con mis exigencias y mi poca compresión. Te debo un abrazo por todas esas veces que te obligué a ser fuerte y valiente cuando querías llorar y solo necesitabas ser escuchada. Te doy una abrazo por esas veces que me echaste la mano cuando en realidad teníamos todas las de caer a nuestro lado y no me lo permitiste. Te debo un abrazo por esas veces que temblaste de miedo y no tuviste a nadie más que a mí misma. Te debo un abrazo por todo lo que hiciste y que aún no te recompenso.
Igualmente, te felicito porque me hiciste no caer, por sostenerme cuando ni ganas de levantarme me daban. Te felicito porque me sentaste y me hiciste tener esas conversaciones incómodas conmigo misma, porque me enseñaste a poner límites, a disfrutar de lo que amo sin avergonzarme. Te felicito porque me ayudaste con los miedos que tengo con 21 años y tú ahí dentro siendo tan pequeña pareces ser más fuerte que yo.
Este 2024 no prometo nada porque más adelante en el camino puede haber tropiezos, pero buscaré la forma de quererte más bonito, de darte más de lo que te hace feliz. Buscaré la forma de curarnos las heridas que solo las dos vemos y que merecemos sanar. Buscaré la forma de respetarnos y ser consientes. Este 2024 haré todo lo posible para que el 31 de diciembre, en un futuro, nos alcancemos a sentir orgullosas de lo que hemos hecho y de lo que hemos superado. No puedo evitarte las crisis, los miedos y los errores, pero sí puedo buscar afrontarlos de una forma que nos enseñé sin dolor.
Gracias por quedarte conmigo.
Por seguir aquí y por ser valiente.