El pasado 30 de abril, en medio de la primera pandemia de los últimos 100 años y en un ejercicio de innovación pública de comunicación y transparencia, sin precedentes, la Secretaria de Salud Mexicana abrió sus puertas a las preguntas e inquietudes de los más pequeños de la república para celebrar el día de los niños y niñas. En esta mesa de diálogo se reconoció que todos podemos alzar la voz y cuestionarnos nuestra realidad sin importar nuestra edad.
Pero ¿cuál es la razón?, que nos lleva a pensar la importancia y trascendencia de este ejercicio. En términos de innovación pública, en ámbitos de comunicación, las conferencias del lado positivo nos hablan de un gobierno abierto, transparente, que está dispuesto a enfrentar los problemas con ayuda de la ciudadanía, por otro lado, en aspectos más negativos, monopoliza la información, y marca los puntos que de acuerdo con las autoridades son los que se deben de estar debatiendo.
Sin embargo, hay otro factor que se resalta en involucrar a los pequeños en este ejercicio, que, si bien tiene sus pros y contras, desde la infancia, nos habla de la importancia de involucrar a todos en las decisiones y cuestionamientos, y enseñarlos desde temprana edad a alzar la voz, a hacer preguntas y defender lo que es correcto.
Lo anterior, se vivió el 30 de abril en México, con la participación de más de 3,500 niños y niñas en la conferencia de salud, en donde el Dr. Hugo López Gatell respondió las inquietudes de los pequeños, cuyas preguntas iban desde ¿cuáles serían las enseñanzas que esta pandemia dejaría en la vida del país y de los niños? hasta ¿por qué no se hacían vacunas con jabón? preguntas, de preocupaciones válidas y reales, de cuestionamientos simples, pero profundos, de ideas que los más pequeños en esta difícil situación, se están haciendo.
Siendo así, las enseñanzas de este ejercicio son muchas, una de ellas es la importancia de continuar abriendo espacios de diálogo entre las autoridades y la población más joven, entendiendo que la democracia y la ciudadanía no consiste únicamente en la elección de los representantes, pero en el demandar, exigir y velar por el cumplimiento de cada una de las promesas de campaña y la buena implementación de las políticas públicas.
Del otro lado, también nos enseña como los niños y niñas tienen sus propias angustias y dudas, que a veces por la edad minimizamos, o creemos que no son relevantes, sin embargo, tenemos que escucharlos y felicitarlos por cuestionar la información y la realidad en la que viven, ya que solo así podrán transformarla en algo mejor.
Las preguntas realizadas en la conferencia de salud para celebrar el día de los niños y niñas, nos recordó como en cada uno de ellos se esconde un futuro ciudadano o ciudadana que, si desde ahora entiende que hay un mundo lleno de retos con problemas complejos, pero también de oportunidades y soluciones, podrá enfrentarse a cada uno de ellos con amor, esperanza, vocación de servicio y muchos otros valores, que nos ayudará a construir un mundo mejor.
Por lo anterior, no nos cansemos en alentar la imaginación de nuestros niños y niñas, de escuchar las soluciones que ellos tienen a problemas complejos, de admirar su capacidad de asombro, y su inigualable resiliencia, porque solo así, podremos convertirlos en los héroes y heroínas de su propia historia.