Karen Velázquez es una de las integrantes de Los Polinesios, tres hermanos líderes en la creación de contenido en español y del emprendimiento, con más de 70 millones de suscriptores en sus canales de YouTube y decenas de millones de seguidores en redes sociales. Karen estudió Ingeniería de Transporte en el Instituto Politécnico Nacional de México, y a través de sus proyectos busca promover un entretenimiento positivo y para todos los públicos donde se celebra la diversidad y el impacto social.
Este ensayo es una colaboración especial de Karen con La Juventud Opina con motivo del Día de la Niña 2021:
"Cuando era niña siempre en la escuela me preguntaban quién era mi role model o modelo seguir, una persona que admiras y te inspira, continuamente mencionaba distintos nombres: desde la estrella del momento hasta a mi abuelo.
Siempre me fue difícil elegir a una sola persona como role model, porque me gustaba algo de una y un poco de otra. De diferentes personas que admiraba y me inspiraban logré crear en mi mente una modelo a seguir.
Para una niña el tener un modelo a seguir es de suma importancia porque de ahí parte la realidad que ella pintará para su futuro. En la actualidad y gracias a las redes sociales, las niñas están teniendo acceso a todo tipo de personas, con diversas nacionalidades e ideologías.
Ahora hay más científicas, ingenieras o mujeres interesadas en carreras técnicas y tecnológicas. Esto ayuda mucho a que las niñas puedan darse cuenta que tienen un mundo de posibilidades para elegir a un modelo a seguir.
El que una niña esté interesada en elegir una carrera técnica abre oportunidades que en el pasado no eran factibles. Desde hace años se ha hecho una lucha constante por lograr una igualdad de género, y cuando yo decidí estudiar mi universidad me incliné por una ingeniería porque quería un reto en mi vida, intelectual y cultural: solo el 10% de los estudiantes eran mujeres.
Ciertamente esto no me detuvo, al contrario. Fue un factor determinante para que yo me demostrará a mí misma que podía con algo qué “no estaba diseñado” para mujeres.
A lo largo de la carrera me di cuenta que no había una diferencia entre mis compañeros y yo, todos teníamos las mismas posibilidades y capacidades. En dónde si tenía un reto era en el tema cultural, ya que estamos educados con ciertos valores y normas sociales que nos dicen que carreras científicas o ingeniería no eran para mujeres.
Fue complicado y tuve que pasar por situaciones incómodas, pero el estudiar una carrera técnica me trajo muchos beneficios, como desarrollar un pensamiento sistémico. Esto es una herramienta básica para crear posibilidades en el futuro y lograr un entendimiento más racional sobre sistemas económicos y sociales en los que vivimos, y te permite tener la posibilidad de convertirte en la arquitecta de tu propia vida.
Si decides estudiar una carrera técnica siendo mujer no solo vas a obtener un beneficio propio, sino también ayudas a romper estigmas y estereotipos en tu entorno que pueda tener tu familia o comunidad: te vuelves un agente de cambio capaz de modificar las estructuras existentes.
Es cómo sembrar una semilla para el futuro. Si queremos un mundo más equitativo en dónde mujeres y hombres puedan decidir sobre el rumbo que tomará el planeta, tenemos que hacer partícipes desde hoy a las niñas y que se interesen por la tecnología y la ciencia.
Siembra una semilla y en el futuro te dará un árbol con muchos frutos. Esto no es solo un beneficio individual sino colectivo."