“Cuando todo el mundo está en silencio, incluso una sola voz se vuelve poderosa.” – Malala.
Queridos jóvenes,
Mi nombre es Elyes. Tengo 14 años y he vivido en Suiza desde que era una niña. Luchar por mis derechos y por la igualdad ha sido siempre una parte importante de mi vida. He aprendido, ahora, que se trata de una batalla en la que nunca dejaré de enfocarme. Vivimos en un mundo donde nadie puede pasar sin ser juzgado o sometido a estereotipos, donde se te pone una etiqueta que difícilmente te podrás quitar.
Una de las razones por las que aporto mi voz como una joven el día de hoy, es para mostrarles que nadie, y quiero decir nadie, debería invalidar ni negar las acciones negativas que día a día destruyen a las personas. Todos tienen los mismos derechos que su vecino, hermano o celebridad. Somo de una sola raza: humana. Deberíamos ofrecer una mano a los demás.
Vengo aquí, a este espacio digital, para defender mis ideales y mostrar cómo podemos dar vuelta a esta terrible situación que viven muchas personas en el mundo, y convertirla en una mejor y amena.
«La pregunta más urgente y persistente de la vida es, ¿qué estás haciendo tú por los demás?» – Martin Luther King. Jr.,
Supongo que algunos no se tomarán en serio mis ideas por mi edad, pero por favor consideren mi voz y consideren que a nosotros, los adolescentes de hoy, nos importa el mañana de nuestra tierra y el de nuestra sociedad. La edad no es una pregunta ni una condición. Yo, como muchas otras personas de mi edad, puedo tener ideas trascendentales. Cada ser humano debería ser libre de hablar y compartir sus opiniones sin importar su religión, color, o la letra de su cromosoma.
Me considero una persona promedio. Seguro se preguntarán, ¿qué tengo de especial, y por qué yo? La respuesta es que soy exuberante y estoy orgullosa de mí misma, orgullosa de mis pensamientos y de la creencia de que puedo ser importante para la sociedad. También se me puede considerar como un paso hacia esta revolución, en la que los jóvenes podremos hablar y desempeñar un papel activo en el mundo. Así pues, alzo mi voz para acabar un silencio muerto, encubado por aquellos temerosos de hablar y debatir sobre derechos. Sí, estoy decidida a vociferar estas voces que permanecen enterradas. Les pido se unan a mí y hablen.
Seguramente no es la solución a este problema lamentable, pero es un paso en la dirección de un mundo mejor. Y recuerden:
«De una forma gentil se puede sacudir al mundo». Mahatma Gandhi